Se denomina fruta a aquellos frutos comestibles obtenidos de plantas cultivadas o silvestres que, por su sabor generalmente dulce-acidulado, por su aroma intenso y agradable, y por sus propiedades nutritivas, suelen utilizarse mayormente como postre, ya sea en estado fresco una vez alcanzada la madurez organoléptica, o luego de ser sometidos a cocción.
La definición del diccionario de la Real Academia Española no es específica: fruto comestible de ciertas plantas cultivadas; p. ej. la pera, la guinda, la fresa, etc. Sin embargo, por los ejemplos dados, se evidencia que el término fruta
refiere a frutos para uso prioritario (aunque no excluyente) como
postre, producidos en su mayoría por plantas leñosas (es decir, árboles
frutales; por ejemplo, manzano, peral, melocotonero o duraznero,
ciruelo, cerezo, albaricoquero o damasco, higuera, vid, naranjo,
mandarino, limonero, banano, mango, papaya, chirimoya, guayabo, etc.) o
por plantas semileñosas (arbustos frutales; por ejemplo, arándano,
zarzamora, frambuesa, boysenberry, etc.) y, en mucha menor medida, por
plantas herbáceas (por ejemplo, frutilla o fresa).
Como alimento, las frutas tienen propiedades alimenticias de interés para la salud humana. En general, son ricas en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Aportan pocas calorías y un alto porcentaje de agua (entre 80 y 95%).
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